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Dermatología

El Servicio de Dermatología de Olympia es el área médicoquirúrgica que se ocupa del conocimiento de la piel y sus enfermedades, así como de los métodos para la prevención, la preservación o la recuperación de la normalidad cutánea.

Nuestros especialistas disponen, además, de conocimientos en cirugía, reumatología (ya que muchas de las enfermedades reumatológicas presentan síntomas cutáneos), inmunología, neurología (especialmente, en síndromes neurocutáneos tales como la neurofibromatosis o esclerosis tuberosa), enfermedades infecciosas y endocrinología, entre otros.

Además, realizan acciones formativas habitualmente y participan en proyectos de investigación, siempre con el objetivo último de mejorar la calidad de la asistencia a nuestro paciente.

Tratamientos destacados

Dermatología del paciente con acné

Se enfoca en el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad cutánea. El acné es una patología que afecta a las glándulas sebáceas de la piel y que puede manifestarse de diversas formas, desde comedones hasta lesiones inflamatorias. Los dermatólogos evalúan la gravedad del acné, identifican sus causas subyacentes y prescriben tratamientos que pueden incluir productos tópicos, antibióticos orales o procedimientos como la terapia con láser.

Tratamiento de la psoriasis

La psoriasis es una enfermedad autoinmune que afecta la piel y, en ocasiones, las articulaciones. Los dermatólogos se encargan de brindar atención y cuidado a los pacientes con esta alteración. Esto implica el diagnóstico preciso, la elección de tratamientos adecuados como cremas tópicas, fototerapia o medicamentos sistémicos, y la gestión de los aspectos emocionales y sociales de la enfermedad.

La prevención y tratamiento del cáncer de piel

Los dermatólogos promueven la prevención mediante la educación sobre la protección solar, la detección temprana de lesiones sospechosas y el control digital de lunares. Para tratar esta enfermedad, pueden llevar a cabo extirpaciones quirúrgicas de tumores cutáneos, aplicar crioterapia y, en el caso del cáncer de piel no melanoma, optar por la terapia fotodinámica.

Cirugía dermatológica

Abarca una amplia variedad de procedimientos, desde biopsias cutáneas para diagnosticar lesiones sospechosas hasta cirugía mayor para eliminar tumores. Somos especialistas en el uso de la técnica de cirugía de Mohs para el cáncer de piel no melanoma.

Terapéutica cutánea básica

Incluye tratamientos tópicos para diversas afecciones dermatológicas. Puede abarcar desde hidratantes y corticosteroides hasta retinoides y productos para el cuidado de la piel. Los dermatólogos adaptan estos tratamientos a las necesidades específicas de sus pacientes, teniendo en cuenta factores como el tipo de piel y la afección a tratar.

Enfermedades infecciosas cutáneas

(verrugas, moluscos o impétigos)

Las enfermedades infecciosas cutáneas son afecciones de la piel causadas por microorganismos cuyos tratamientos pueden variar desde los medicamentos tópicos, como es el caso de las verrugas y los moluscos, hasta antibióticos orales o tópicos para el impétigo. Las más destacadas son:

  • Verrugas: pequeñas lesiones rugosas que generalmente se deben a infecciones por el virus del papiloma humano (VPH).
  • Moluscos contagiosos: protuberancias de tamaño pequeño que se producen debido a una infección viral por poxvirus.
  • Impétigos: infecciones bacterianas comunes que causan la formación de costras y ampollas en la piel.

Enfermedades autoinmunes cutáneas

(vitíligo o enfermedades ampollosas)

Estas patologías se caracterizan por una respuesta inmunológica anormal que ataca la piel y sus estructuras. Entre las más habituales se encuentran:

  • Vitíligo: una enfermedad en la que el sistema inmunológico destruye las células pigmentarias de la piel, lo que resulta en la pérdida de pigmentación y la formación de manchas blancas.
  • Enfermedades ampollosas, como el pénfigo y el penfigoide: son afecciones autoinmunes que provocan la formación de ampollas en la piel y las membranas mucosas debido a la destrucción de las uniones celulares en la epidermis. El tratamiento suele involucrar medicamentos inmunosupresores para controlar la respuesta inmunitaria excesiva.

Enfermedades inflamatorias cutáneas

(dermatitis atópica o rosácea)

Son patologías crónicas que afectan a la piel y a menudo se manifiestan con enrojecimiento, picazón y otros síntomas. El tratamiento varía según la afección e incluye cremas tópicas, fototerapia, antibióticos orales y otros medicamentos específicos. Algunas de las más comunes son:

  • Dermatitis atópica, también conocida como eccema: se caracteriza por piel seca, irritada y con picazón.
  • Rosácea: afecta principalmente a la piel del rostro y se presenta con enrojecimiento facial, vasos sanguíneos dilatados y, en casos avanzados, pápulas y pústulas.

Patología capilar

(alopecias)

Se centra en los trastornos relacionados con la pérdida de cabello. Las alopecias abarcan una variedad de condiciones que pueden llevar a la caída del cabello. Esto puede deberse a factores genéticos, trastornos autoinmunes como la alopecia areata, estrés, malos hábitos alimenticios o condiciones médicas subyacentes. Los tratamientos incluyen medicamentos tópicos, orales, terapia láser y, en casos avanzados o cicatriciales, trasplante capilar. El enfoque terapéutico se adapta a la causa subyacente de la alopecia.